Descomposición del realismo literario


Al final de su evoluciónagotados sus presupuestos iniciales y sin variedad alguna ya sus obras artísticas, el realismo literario se descompone en diversas corrientes que renuevan o modifican 
sus principiosbien seleccionando y desarrollando una de sus ramasbien exagerándolosbien rehuyéndolos y
 adoptando los principios opuestos, o bien contaminándolos y mezclándolos con los principios opuestos. El novelista, al exagerar y sistematizar al máximo los principios del realismo acaba desembocando en el naturalismocuyos presupuestos expone el escritor francés Émile Zolaque prácticamente reduce la novela a un documento social, a una instantánea de su época. Un último avatar del realismo lo constituye el espiritualismo querehuyendo los principios del realismo, se interesa por todo aquello que éste había detestado: la religión, el espíritu, el alma de las personas, lo tradicional, lo campesino... A esta corriente llegan al final de su periplo realista escritores como Tolstoi y GaldósOtra corriente de la segunda mitad del siglo XIX es la del posromanticismoque mezcla, en distintas dosisrealismo y romanticismo. La novela MadameBovary, de Flaubertpuede considerarse típica de esta corrienteOtros escritores postrománticos:
Ya en el sigloXX, la novela psicológica cultiva una faceta determinada del realismoagotada la descripción física y material de los entornos y escenarios, la atención se centra más bien en los personajescuya psicología es lo único ya que interesa. El novelista se fuerza a describir en sus mínimos detalles los ires y venires de concienciamediante técnicas como la del monólogo interior y el estilo indirecto libre. Son maestros de este arte el francés Edouard Dujardin, la inglesa Virginia Woolf, el estadounidense WilliamFaulkner y, en especial, el más influyente de todos los novelistas modernos, el irlandés James Joyce. En Españaya en los años 60, destacó en esta onda el novelista Luis Martín Santos. 


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